La tempura es mucho más que una fritura: es una técnica refinada que consigue una capa ligera, aireada y crujiente que realza el sabor natural de verduras, pescados o mariscos. Su textura y su aspecto dorado y delicado la han convertido en una de las preparaciones más reconocidas de la cocina japonesa. Sin embargo, su origen guarda más sorpresas de las que imaginas.
Un origen con sabor a viaje
La tempura llegó a Japón en el siglo XVI, de la mano de misioneros y comerciantes portugueses. Durante la Cuaresma —llamada en latín tempora—, estos religiosos preparaban pescados y verduras rebozadas y fritas, ya que la carne estaba prohibida. Los japoneses adoptaron esta técnica, pero la perfeccionaron: redujeron el grosor del rebozado, bajaron la temperatura de la mezcla y usaron aceites más limpios y ligeros, consiguiendo una fritura mucho más delicada.
Con el paso del tiempo, la tempura dejó de ser un alimento de calle y se convirtió en un plato que se sirve en restaurantes especializados, donde la precisión y la estética son tan importantes como el sabor.
Los fundamentos de la tempura perfecta
Lograr una buena tempura no es fruto de la suerte. Se trata de una combinación de ingredientes, temperatura y tiempos que, si se dominan, transforman unas simples verduras en una experiencia gastronómica.
- Agua helada: el secreto para un rebozado ligero es que el gluten no se desarrolle demasiado. El agua debe estar tan fría que se pueda añadir incluso con cubitos de hielo. Sustituir parte de esta agua por cerveza o soda fría introduce burbujas que dan una textura aún más ligera.
- Mezcla mínima: la masa debe mezclarse lo justo para integrar la harina y el líquido. Si queda grumosa, es buena señal: un exceso de batido desarrolla el gluten y endurece el rebozado.
- Verduras bien secas: cualquier resto de agua en la superficie hará que el aceite salpique y que la cobertura pierda crujiente. Secar con papel de cocina es fundamental.
- Aceite a temperatura constante: 170-180 °C es la franja ideal. A menos temperatura, la tempura absorbe aceite; a más, se quema por fuera y queda cruda por dentro.
- Freír en tandas pequeñas: así se mantiene la temperatura del aceite y se evitan frituras desiguales.
Tipos de ingredientes para tempura
Aunque las verduras como zanahoria, brócoli, calabacín o judías verdes son las más habituales, la tempura también puede prepararse con:
- Pescados blancos como merluza o bacalao, cortados en porciones pequeñas.
- Mariscos como gambas o langostinos, que se fríen enteros para conservar su jugo.
- Setas (shiitake, champiñón, enoki) que absorben bien el rebozado y mantienen su aroma.
Curiosidades gastronómicas
- En Japón, la tempura se considera un plato que debe comerse al momento. La textura crujiente dura pocos minutos antes de que la humedad la reblandezca.
- Existen restaurantes especializados llamados tempura-ya, donde el chef fríe cada pieza frente al comensal para servirla inmediatamente.
- En Kioto y Tokio, la tempura se sirve con sal aromatizada o con tentsuyu, una salsa a base de caldo dashi, salsa de soja y mirin.
- En España, aunque no forma parte de la tradición culinaria, la tempura ha sido adoptada por restaurantes que buscan un rebozado más ligero que el tradicional.
Truco extra del Restaurante Fénix Olèrdola
En nuestra cocina cortamos las verduras en bastones finos o láminas muy delgadas para que el interior se cocine al mismo tiempo que la cobertura. Además, preparamos la tempura al momento para que llegue a la mesa en su punto perfecto de crujiente.
Ven a descubrir nuestra tempura
Si crees que no te gusta la verdura, quizá es porque nunca la has probado en tempura. En el Restaurante Fénix Olèrdola te invitamos a redescubrir el sabor de ingredientes frescos y de temporada en una preparación que conquista a todos los paladares.
📞 Reservas: 93 899 20 40
Horario: De lunes a viernes: 06:15h a 17:15h | Sábados: 07:30h a 17:00h