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El fricandó: historia, tradición y sabor en cada bocado

Pocas recetas tradicionales catalanas tienen tanto arraigo y sabor como el fricandó. Este plato, que ha pasado de generación en generación, combina la ternura de la carne con la intensidad de una salsa de setas que lo convierte en un auténtico manjar. Pero ¿cuál es el origen del fricandó? ¿Cómo se prepara? ¿Qué curiosidades esconde este clásico de la cocina catalana?

Un plato con raíces medievales

El fricandó aparece documentado ya en recetarios del siglo XVIII, aunque muchos historiadores gastronómicos creen que su origen es aún más antiguo. Su nombre podría derivar del francés fricandeau, que hace referencia a preparaciones de carne estofada. La receta llegó probablemente a Cataluña a través de influencias francesas, pero fue aquí donde encontró su identidad definitiva: ternera laminada, cocinada lentamente con setas y una salsa a base de cebolla, tomate, ajo, vino y caldo.

Las claves del fricandó tradicional

La base del fricandó es una carne de ternera bien cortada, normalmente llata o tapa plana, que se pasa por harina y se dora ligeramente. Después se cocina a fuego lento con una sofrito de cebolla bien caramelizada, tomate maduro y un buen chorro de vino rancio o vino blanco. Pero el ingrediente que lo eleva a otro nivel son las setas: tradicionalmente se utilizan moixernons (perretxicos), aunque también es habitual prepararlo con rovellons (níscalos) o ceps (boletus), según la temporada.

Como todo buen guiso, el fricandó mejora de un día para otro. Es uno de esos platos que ganan reposando, permitiendo que los sabores se fundan y la salsa adquiera una textura melosa y profunda.

Curiosidades que quizás no conocías

  • En el siglo XIX, el fricandó era considerado un plato elegante, digno de celebraciones familiares o visitas especiales.

  • Aunque ahora lo asociamos con la cocina casera, durante décadas fue uno de los platos más solicitados en restaurantes de alta cocina catalana.

  • En algunas versiones antiguas se añadían piñones o incluso una picada con chocolate negro para darle un toque más sofisticado.

¿Dónde probar un buen fricandó?

En Restaurante Fénix Olèrdola lo elaboramos con mimo, respetando la receta tradicional y utilizando ingredientes de proximidad. Es uno de esos platos que no siempre encontrarás en carta, pero que sorprenden cuando aparecen en nuestro menú del día o en fines de semana especiales.

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